Activa el GPS de tu vida
Un mendigo pedía limosna en Pearl Street, muy cerca de la bolsa de New York, cuando observó un impresionante coche parado en el semáforo, y le preguntó al elegante conductor ¿Cómo ha podido ganar tanto dinero?
El dueño lejos de asustarse por la proximidad del mendigo, le sonrió, le miró a los ojos y le respondió: “muy sencillo, mi vida es como el GPS de este coche, cuando escribo mi destino o dónde quiero ir, me dirijo con toda mi voluntad y persistencia hasta llegar él. Cuando me equivoco o por alguna circunstancia de la vida mi ruta cambia, actuó igual que el GPS, reconozco y aprendo de la nueva situación e inmediatamente vuelvo a crear las alternativas necesarias para llegar a mi destino. No importa el tiempo, errores o los distintos caminos que surjan, en mi mente como en el GPS de este coche, el único objetivo es siempre alcanzar la meta o destino”.
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